Ella absorta
en los arabescos
de una mariposa,
él apuraba su paso
para una cita,
un golpe certero
tiraron los libros
sus ojos quedaron
abiertos y fijos,
tan solo un minuto
duró el desafío
y luego las manos
apuradas , ígneas
se unieron, caminaron
cruzaron las nubes
llegaron al lecho...
fue solo un instante
él, se fue a la cita
ella, dejó volar
a su mariposa.
querida amiga...la voz de tus poemas es imposible de acallar cuando contagia sus sones a las paredes, a los suspiros, a las tinieblas, a las tardes y las noches y al silencio...Es la magia que penetra en cada poro y es la voz que se escucha en cada aliento . Muy buenos poemas
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